En una acción desmedida y no comprendible, barristas de Universitario que iban al Monumental, según ellos a espectar y alentar a su equipo empujaron de la cúster a una joven contadora quien a las 24 horas después de este acto "maldito" expiró y dejo de vivir. La bestialidad de estos individuos que se excusan en ser hinchas y solo sirven para hacer desmanes y causarle la muerte a gente indecente.
Barras criminales. La tarde del sábado, "Pao" salió de su casa a una reunión a la que nunca llegó. Abordó una cúster de transporte público copada de desadaptados de la barra brava de Universitario de Deportes, que la empujaron cuando el vehículo estaba en marcha. Cayó de espalda, y el golpe que sufrió en la cabeza fue mortal.
María Paola Vargas Ortiz (24) era una brillante contadora. Ajena a estas personas y a los temas que les competen nunca pensó que en ese vehículo estaría su despedida. Su sonrisa que siempre tenía para todos. Su debilidad era el baile. Sus amigas del colegio Santísimo Nombre de Jesús la recuerdan como una chica alegre y muy buena. No tenía vicios. Ocupó el primer puesto en el colegio y también en la Universidad. Actualmente laboraba en la AFP Integra. Su papá es médico.
Nadie huye. Muchas personas salen de sus hogares sin pensar que se lleva a cabo un encuentro deportivo y por ende el enfrentamiento entre las barras bravas. Ello significa lo peligroso que resulta salir de sus casas en las fechas de movilización de las barras, que lejos de acudir a alentar a sus equipos de fútbol en forma pacífica y alegre; solo provocan desgracias. Este penoso hecho pudo sucederle a cualquiera.
Golpe letal. Eran las 4.30 de la tarde, cuando María Vargas acababa de subir a una cúster en la avenida Javier Prado a la altura del Jockey Plaza, en el paradero del Trébol de Javier Prado. Los barristas de Norte, que se dirigían al Monumental para el encuentro entre Universitario - Melgar, gritaban y la empujaron.
El golpe le provocó fractura de cráneo y hemorragia interna. Murió en el Hospital Almenara.
“Amiga mía, han pasado tantos años, tantos momentos compartidos y cosas tan bonitas contigo, que imaginarme que no vas a estar es algo imposible. Por eso creo que no te has ido, siento que en donde estés, ahora me estás mirando”. Así de triste narra una de las tantas amigas y amistades de la joven contadora María Paola Vargas Ortiz.
La muerte de ‘Pao’ ha desencadenado una profunda tristeza e indignación a familiares, compañeros de universidad y trabajo, así como amigos íntimos. Todos lloran amargamente su pronta partida y exigen que capturen a los barristas responsables de la muerte.“Sé que en el cielo estás feliz y en paz. Seguro estás bailando superalegre como toda la vida y algún día lo haremos juntos de nuevo”, es otro de los cientos de mensajes.
Triste adiós. “Querida Pao... tengo que decirte mil gracias, por hacerme parte de tu vida, por tantos momentos increíbles juntas. Te necesité y estuviste, te necesito ahora y te siento aquí conmigo”, fueron las palabras de su mejor amiga.