Un día después de esta pesadilla me animo a escribir estas líneas. Aquel que tiene sentimiento y sabe lo que es amar comprenderá lo que daré a entender en los siguientes párrafos. Fallaste a mucha gente que camino sin pensarlo dos veces, a aquel que dejo la garganta y el corazón en casa ajena. Muchos sabemos quienes somos los indicados para reclamarte y decirte: ¿Por qué perdimos y nos dejaste destrozados, Alianza Lima?.
Errores continuos, pases errados, llegadas contadas y un equipo sin ganas; esas ganas que si tuvieron los de enfrente que corrían por cada balón, que sentían que el salir campeón era una obligación. Personalmente no te he fallado y nunca lo haré. No escribo con ganas de quejarme, de desearte lo peor por que al fin y al cabo todo da vueltas en la vida.
Si pues ya perdimos y todo el mundo solo se asoma para decirme que es solo un partido, que ya pasara, que hay que saber perder y muchas otras cosas que por siempre las oiré en cada derrota del equipo de mis amores. Ayer fue un día lleno de rostros con sin sabor a nada, personas cabezas agacha y sin sonrisa alguna por que esas quedaban para otra gente.
Al salir de ese escenario, el caminar de tu gente era pesado, era algo inexplicable que cada persona sabia el sentir de sí mismo. Un padre de familia caminaba con su pequeña hija y su niño al lado izquierdo. Ella pregunta: ¿Papá por que todos están en silencio, Alianza Lima no hace bulla?. No hijita, ya van a cantar tienen que salir todos pues, -respondió. ¿ Papá y por qué los del otro equipo si están alegres?. Silencio por parte del Padre que no sabia a donde meterse y que responder. Yo al costado, con los ojos enrojecidos, de aquella niña con camiseta de Alianza Lima agarre su cabecita y dije: Ya ganaremos y todos vamos a cantar te lo aseguró. Al levantar la mirada sabia que podría ser notorio el brillo de mis ojos. Vas a llorar? me dijo. No No No no voy a llorar...ya. Chau Cuidate. Y mi camino conducía a mi hogar para hacerle saber a propios y extraños que nadie me separara de ti Alianza Lima Corazón.
Ahora solo nos queda decirte que el enemigo celebra y esperamos que el año venidero sea otro y paso a paso consigamos lo que este año no nos pudiste brindar. Eres y serás siendo un grande siempre te lo dirá la gente fiel y leal que se dará hoy y siempre cita a donde tu juegues.