La Fiebre Pincharrata

Mauro Boselli celebrando el tanto del triunfo y del campeonato

Estudiantes consiguió el ansiado tetracampeonato en Belo Horizonte. Fiel a su estilo y con la mística de ser el cuadro de nunca rendirse remonto el marcador y logro la Copa Libertadores.

La calidad copera de Estudiantes de la Plata esta más puesta que nunca. El equipo platense, tricampeón de la Copa Libertadores a finales de la década de los sesentas, viajó a Belo Horizonte para revalidar su historia ganadora. Lo consiguió con creces, al vencer 2 a 1 al Cruzeiro.

Quien duda de la calidad de Verón, quien comando la hazaña del equipo argentino. Hace 40 años el delantero Juan Ramón, más conocido como la “Bruja” fue el gran artífice de los éxitos del club. En este encuentro la posta recayó en su hijo, Juan Sebastián, quién, a sus 34 años, consiguió la primera Copa Libertadores de su carrera. El mérito principal de Estudiantes fue no desesperarse tras el gol de Henrique. El también llamado “León platense” siguió siempre su libreto: priorizó la seguridad en la defensa y se desdobló con rapidez al ataque, comandado por la magia de Verón.

La “Bruja” no estuvo solo en su cometido. Gastón Fernández fue pieza clave en la escuadra de Sabella, fue imparable para los brasileños y su gol, el del empate transitorio, llegó en el momento preciso. Además, Mauro Boselli ratificó sus cualidades de goleador, al marcar el 2 a 1 definitivo.

Estudiantes sacó las garras y es un justo campeón. A celebrar hinchas del pincha que Dubai los espera por el mundial de clubes.