Reciben todo tipo de insulto pero siempre dejan hasta el alma en cada pelota dividida. Cuando menos se piensa que pasara dan el zarpazo justo y nadie se da cuenta. La mayoría los rechaza, mientras otros aseguran que son un mal necesario. Estos últimos días vimos el pisotón de Pepe a Messi que ha generado polémica en el mundo.
Carnicero. Bravo, pegalón o simplemente quien no perdona. Pasa el balón o el jugador pero los dos no pasan reza la frase de los marcadores ‘malos’ en el futbol. De aquellos que salen en los diarios con un insulto o que tienen como a su mejor aliado a la tarjeta roja. Estos deportistas (por que por momentos también le pegan a la pelota) parecen haber nacido con el titulo bien marcado de reyes del antifútbol. Este tipo de jugadores existe desde que la ‘pelotita’ empezó a rodar. El talentoso nació pero acompañado también del picapedrero. El que lleva los dientes afilados y corta la jugada con una barrida, patada o rodillazos. Por eso, hoy vemos un Pepe que pisa las manos del rival en el piso. Pero este luso no es el primero. En las décadas del 60’, década del 70’, 80 y hasta 90, miles de estas jugadas jamás se vieron por las limitaciones de la televisión. Pero ellos siempre estaban allí, en la defensa, volante o adelante, con cara buena o mala.Asustando al rival y dejando su huella.
Lo cierto es que los ‘macheteros’ existen y existirán. Pero en casos como el Barza de Guardiola o el San Pablo de Telé Santana parecen salirse de esa idea. La pregunta es que tan peligroso es tener a un ‘Pepe’ en un equipo. ¿Ayudan o disminuyen? ¿Tendría uno en sus pichangas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario